Axis en la Costa

Hace unos años atrás, me comunique con un amigo que tiene un coto de caza, abierto en la zona de General Madariaga, Provincia de Buenos Aires.

Mi intención, era poder cazar un ciervo axis, había sido un verano muy caluroso, el lugar de caza, estaba muy seco, ya que la mayoría son campos bajos cercanos a la costa atlántica, con muchos cañadones.

Un lugar que en la actualidad está plagado de chanchos cimarrones, esto pasa, no solo en la costa atlántica, si no, en casi todo el país, con el avance de estos animales, en lugares donde antes no se encontraban, por su alta procreación que tiene este animal, lo que lo hace también, muy interesante para la caza mayor.

En esa época, me encontraba cazando, en la zona con un fusil marca CZ calibre 308, ideal para los trofeos, que se pueden encontrar, por esas latitudes.

La Estancia se encuentra distante a 135 kilómetros al norte de Mar del Plata , así que decidido, me subí al auto y en un lindo paseo, por la ruta 11 que une también los balnearios, en menos de dos horas, estaba en la puerta del campo.

Mi amigo me esperaba con unos buenos mates, y decidimos, que ese día, tomarlo para charlar y hacer buena camaradería como es de costumbre en la mayoría de los cazadores. Llego la noche, y en el fogón de la estancia, estaban cocinando un buen cordero para agasajar mi llegada. La verdad que la gente del coto de caza, es muy amable y pasamos una cena bárbara, degustando un buen con asado, acompañado de interminables charlas de cacerías.

Ya eran como las dos de la mañana, por lo que decidimos irnos a dormir. Al otro día nos levantamos a recorrer el campo. El lugar es inmenso, la primera recorrida la hicimos a pie, ya que el monte medio achaparrado, no nos acompañaba para hacer otro tipo de cacería.

Caminamos y caminamos, y encontramos un grupo de hembras con un macho chico, los miramos con los prismáticos y seguimos adelante, recorrimos montes y lagunas, y lo único que se veían, eran animales chicos, que de ninguna manera permitían el tiro.

Ya era el mediodía, y decidimos volver a la estancia para comer algo, y reiniciar la búsqueda nuevamente a la tarde, por lo tanto comimos algo rápido, y el guía decidió salir para el otro lado de la estancia, donde el monte, se mezcla con los claros limpios del campo, donde se hace más fácil verlos.

Seguimos la larga caminata, y encontramos una piara realmente hermosos, retomamos nuestro camino y no podíamos encontrar ningún trofeo. En eso me toca el hombro mi amigo, y me señala un grupo de ciervos donde se veía uno aparentemente bueno.

En vos baja, me dice - el de la izquierda es bueno -, estábamos a unos 150 metros. A mí, también me pareció que era lo mejor que habíamos visto, por eso decidí tirarle.

Me apoye en una rama, le apunte con una mira telescópica Meopta 6 x 42 retículo 4 ,y muy lentamente apreté la cola del disparador. La munición de 150 grains impacto sobre el animal, que cayó desplomado al suelo, con un tiro certero.

Nos acercamos con la adrenalina que genera ese momento, y era un lindo trofeo de ciervo axis, de 82 centímetros de cornamenta de grosor mediano.

La verdad que fue una cacería hermosa, el lugar es un sueño, por la vegetación y la fauna que hay. Me volví muy contento a Mar del Plata, después de haber logrado un lindo trofeo.

Hasta la próxima.