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Caza

Caceria de ciervo axis

En General Madariaga

Autor: Viva Mariano Marcelo

Fecha publicación: 30/10/2013

Corrían los primeros años de la década de los 80 y mi padre Coco Viva como lo apodaban sus amigos de cacerías, era un gran entusiasta de los buenos fusiles y de la salida con amigos a buscar algún trofeo de caza mayor.

Él se inició a principios de los años 60, una época de gloria donde abundaban en forma salvaje los grandes trofeos en varias zonas de nuestro país. Tenía uno de sus lugares favoritos, que era San Martín de los Andes. Era muy amigo de un empleado del correo de esa localidad que tenía permiso en una estancia muy conocida en esa parte de la cordillera.

Tuvo la suerte de lograr grandes trofeos de ciervo colorado, que pudo ir logrando a través de los años, todos en estado salvaje en ese lugar tan hermoso de nuestro país que es el sur Argentino y la cordillera de los Andes. También era un enamorado de la provincia de la Pampa, donde logró muy buenos trofeos de puma y de jabalí, que en esos años se podía cazar, esta última especie hoy prácticamente vedada a la caza en gran parte del país. Yo tuve la suerte desde muy pequeño de acompañarlo a muchas de estas salidas de caza, y, ya cuando era un adolecente hace mas de 30 años, me inicié en este hobby tan apasionante que es la caza mayor.

En la provincia de La Pampa los lugares que elegía él eran las zonas de Cuchillo Co y Lihuel Calel, en pleno lugar de montes semi desérticos. Tenía permisos en dos estancias por intermedio de amigos, las dos muy grandes, donde los tajamares acumulan agua para la hacienda, son lugares ideales para encontrar los grandes padrillos que abundaban mucho en esas partes muy poco visitadas por cazadores por aquellos años.

También su pasión pasaba por la cacería del ciervo axis, a la cual le dedico este artículo en particular. El lugar favorito de mi padre era las sierras de Balcarce, mas precisamente la estancia pegada a la estación terrena de Balcarce donde había trofeos increíblemente grandes y todos de un grosor importante en su cornamenta, pero estamos hablando de 1965 aproximadamente, hace muchísimos años. Hoy en este lugar serrano prácticamente no hay nada ya que la caza durante tantos años llevaron a que hoy en las sierras de Balcarce sea una casualidad encontrar un buen trofeo habiendo sido esta zona de la Provincia de Buenos Aires en esos años uno de los mejores lugares para encontrar un gran trofeo de ciervo axis.

Pero todo este relato quedó solo en el recuerdo de los viejos cazadores que pudieron disfrutar estas aventuras en las sierras Balcarceñas. Él tenía un gran amigo que era guía de caza a principios de los 80 que lo había entusiasmado mucho con ir a la zona de General Madariaga, todo esto surgió cuando un día lo acompañé a la casa de este conocido de mi padre y le mostró los trofeos que había logrado y recuerdo como si fuera hoy: era uno mas grande que otro, todos superaban los 80 centímetros y de cornamenta gruesa, me acuerdo bastante bien aunque pasaron tantos años. Mi viejo y yo nos entusiasmamos tanto con esos trofeos que empezamos con los preparativos para una salida de caza a General Madariaga.

Ese día, el guía de caza y amigo de mi padre nos dijo que tendríamos que esperar dos meses mas, primero por las lluvias que habían azotado la costa a finales de ese verano haciendo imposible la búsqueda de estos animales, ya que el lugar es de vegetación sucia y con cañadones muy grandes que drenan el agua en esos campos bajos de la Provincia de Buenos Aires y aparte en ese momento los ciervos estaban todavía enfelpados sus cornamentas.

Quedamos que nos llamaría para probar suerte un poco mas adelante cuando las condiciones climáticas lo permitieran y los trofeos estuvieran aptos para cazar.

Pasó el tiempo y a los dos o tres meses nos llamó telefónicamente, dijo que había recorrido el campo, ya el agua había bajado y en una recorrida pudo ver muy buenos trofeos de axis en esta estancia de Madariaga.

Ese fin de semana partimos hacia el establecimiento ganadero distante 155 kilómetros de Mar del Plata. Llegamos y el encargado nos recibió muy amablemente ya que estaba coordinada la cacería y él esperaba nuestra llegada. Después de los mates de cortesía, partimos hacia uno de los potreros que tenía una parte limpia y otra zona de monte sucio.

Donde estaban los ciervos era realmente increíble la cantidad de ejemplares que vimos entre hembras machos chicos, medianos y algunos grandes, pero la idea del amigo de mi viejo era que no tirara hasta encontrar un trofeo adecuado por su cornamenta. En esa recorrida de lo que habíamos visto decidieron no tirarle a ninguno, y como el tiempo no nos apremiaba, porque si no cazábamos nada, haríamos noche en un hotel de Madariaga y volveríamos al otro día.

Decidimos al mediodía regresar al casco de la estancia a comer un buen asado, entre charla y charla se hicieron como las dos de la tarde, regresamos al campo y la recorrida siguió mirando y mirando ciervos hasta que el veterano amigo con los prismáticos le dijo a mi padre: "Coco, ese es un buen ciervo", se hacía difícil por lo menos a mi que era un novato en esos años distinguir si era gruesa o fina la cornamenta del animal. A mi padre le gustó el animal que estaría a 250 metros. Nos fuimos acercando, teníamos el viento a favor nuestro y lentamente nos acercamos a unos 150 metros, lo miramos bien y el guía le recomendó tirarle.

Para él también era bueno, recuerdo que mi viejo cargó su Weatherby Mark V calibre .340 Weatherby, se apoyó en una rama de un arbusto y a los pocos segundos se sintió el estruendo del disparo. El animal cayo en el mismo lugar al piso.

Recorrimos esos 150 metros con una gran ansiedad. Llegamos al ciervo y nos encontramos con un excelente trofeo de axis de 88 centímetros de cornamenta y era realmente grueso como apreciaran en las fotos.

Que lindo recuerdo después de tantos años el protagonista de la cacería no está entre nosotros pero esta historia a mi me reconforta mas que cualquier gran trofeo que pudiera cazar ahora.

Fue una historia donde compartimos buenos momentos de una cacería de ciervo axis que para mi quedará siempre en el recuerdo.

Hasta la próxima.

Viva Mariano Marcelo

DNI 16.473.696

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