Armas

La elección del arma para defensa personal

El gran dilema

Autor: Cappi Tomás

Fecha publicación: 22/08/2007

Una vez superada la antiquísima discusión: Revólver Vs. Pistola, en la que TODOS hemos participado y hasta hemos cambiado de bando en más de una ocasión, entramos en un terreno no menos complicado: El Calibre y la Munición adecuada.

Estas líneas han sido motivadas por la gran cantidad de consultas que recibo, al respecto, por parte de Legítimos Usuarios y Profesionales de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. No es mi intención tener la última palabra en este controvertido tema, sino poder ayudar en ésta, a veces tan difícil elección, a quien se enfrenta a este dilema. La cuestión es que la literatura especializada nos aporta tantos parámetros a tener en cuenta, enriquecidos con no menos tablas, curvas y opiniones enfrentadas entre sí, que solemos perdernos en este laberinto de guarismos y conocimientos poblados de tantos tecnicismos, y nos alejamos de la situación real que nos puso ante la presente disyuntiva.

Para comenzar deberemos entender que la situación de un Legítimo Usuario que se plantea el hecho de portar un Arma para su Defensa Personal, debe estar enmarcada dentro de los casos comprendidos por la Legislación Vigente y que no es tema del presente artículo. Por otro lado consideraremos al Profesional de la Fuerzas Armadas o de Seguridad y Custodias VIP. A ambos casos los desarrollaré por separado, debido a tener diferentes connotaciones y necesidades.

El Legítimo Usuario que ya ha evaluado su situación como futuro portador, una vez que se ha asesorado legalmente al respecto, en mi opinión debe recurrir a los consejos de un Profesional en el tema. Es el Instructor de Tiro quien tiene la responsabilidad y el deber de orientarlo fundamentalmente de que en la realidad, los hechos son bastante diferentes a lo que acontece en las películas y por supuesto las consecuencias de los mismos también.

El Legítimo Usuario Portador, primeramente debe considerar que las posibilidades de un enfrentamiento que deba ser resuelto por medio del Arma que porta, son menos probables que en el caso de un Custodia Profesional. Este hecho no lo hace menos importante, todo lo contrario, pero sí deberemos considerar que (por lo menos en términos generales) no va a verse envuelto en la tercera guerra mundial, por lo que no deberá, por ejemplo, ir provisto de tres cargadores de repuesto para su Wondernine de 18 tiros + 1, más un back-up en su tobillera del .357 Magnum, con sus dos respectivos Speed-loaders. En este caso necesitará, más que los conocimientos de un Instructor de Tiro, la ayuda de un "negro portador" digno de una novela de Hemingway, para que lo libere de semejante carga.

La estadística nos informa que la mayor parte de los enfrentamientos armados de este tipo, son resueltos con uno, dos y excepcionalmente con tres disparos. Este hecho nos permite cómodamente inclinarnos por el revólver, que aún en el caso más desfavorable de los planteados, nos permite tener un respaldo de otros tres disparos más (un Back-up del 100%) en los de 6, recordemos que hay de 7, 8 y hasta 9 tiros según el Calibre elegido.

Los partidarios de este tipo de Arma, aluden en su favor, que está totalmente libre de fallas atribuibles a la munición, pues con sólo efectuar un nuevo disparo se cambia el cartucho defectuoso por uno fresco. Por lo tanto su confiabilidad es total. En cuanto a su capacidad de ocultamiento, los hay muy pequeños, de poco espesor (los de 5 disparos), muy livianos (de aleaciones livianas, y los ultralivianos de Titanio), con cañones de 4", 3", 2 1/2" y 2" y hasta los Hammerless para llevar e inclusive usar dentro de los bolsillos.

Los requerimientos de una Instrucción de Tiro con revólver, son algo más sencillos que con un Arma de Carga Automática. De cualquier manera, los conceptos con respecto a las Medidas de Seguridad, la Responsabilidad que implica el uso de un Arma de Fuego, deben ser la principal meta a alcanzar por el Instructor de Tiro en cuanto a la transferencia de los conocimientos que imparte.

A este respecto, con todo respeto, y sin poder ocultar una gran dosis de admiración profesional, me permito citar un párrafo de un Artículo publicado también en Full Aventura, por el Dr. Oscar Vanzetti: "La importancia del aspecto psicológico en la decisión de armarse para la defensa personal" y del que aconsejo su lectura:

"En la faz técnica y táctica del aprender a defenderse, es una obligación del Instructor brindar una enseñanza y preparación correcta en el manejo de las armas de fuego para cuando fuere imprescindible su uso y además, en mi opinión, de los múltiples aspectos legales de la legítima defensa, siendo todo ello de conocimiento imprescindible para el educando con el objetivo final de poder salir indemne o exitoso de una peligrosa agresión ilegítima, o sea de un delito, que se está cometiendo contra su persona (o familiares, o bienes personales), como también es importante la enseñanza de las diversas y complejas situaciones que se pueden presentar pasado el penoso acontecimiento, aunque el Instructor no sea un profesional de la medicina o del derecho."

Personalmente, en los Cursos que dicto, parto del concepto de que el Arma confiere, a quien la porta, un gran poder. Éste conlleva una gran Responsabilidad y quien sea capacitado en el uso de cualquier tipo de Armamento, debe ser entrenado en la Identificación Positiva de lo que en realidad es verdaderamente un blanco hostil (no lo que nos parece serlo), como así también en la Proporcionalidad del Medio a Emplear, para no incurrir en errores que lamentaremos con posterioridad. Quien esté preocupado por su Seguridad Personal, debe fundamentalmente Prevenir las Situaciones de Inseguridad, llegado el caso Evitarlas, y sólo de ser Inevitables estar capacitado para Resolverlas Positivamente y sin cometer errores.

Para los Profesionales de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Custodias VIP, la situación es totalmente diferente. En este caso la posibilidad de un enfrentamiento es (por lo menos en teoría) más probable, como así también de darse este caso, que deba mantener la situación de hacer fuego durante un período de tiempo más prolongado. En este caso, considero imprescindible el uso de una Pistola de Carga Automática. Las ventajas de ésta sobre el Revólver, en este caso son claras: mayor capacidad de munición, mayor velocidad de recarga, la facilidad de intercambio de cargadores entre los Integrantes de un mismo grupo de Operadores, en el caso (aconsejable) de compartir el calibre. En cuanto a las desventajas propias de las Pistolas, de ser susceptibles a fallas en la alimentación, en la actualidad este tipo de Armas son muy confiables, sobre todo si la munición a emplear es también de marca y calidad reconocidas.

Por otra parte quien pretenda utilizar como Arma de Defensa una Pistola de Carga Automática, debe poseer un entrenamiento de muy alto nivel ya que en caso de no tenerlo, en vez de estar perfectamente armado, no sólo que estará indefenso, sino convertido en un peligro potencial para sí mismo y para quienes lo rodean. Todo Profesional, que se precie de serlo, debe capacitarse a tal fin y mantener un Nivel de Entrenamiento que le permita operar eficazmente a la hora de tener que hacerlo. A este respecto debo decir que, hay Personal Profesional que requiere Instrucción, que cuando recaba información sobre los Cursos de Capacitación que dicto, se interesa particularmente por los Certificados correspondientes a los mismos, como un medio para alcanzar ascensos u otro tipo de beneficios laborales.

Es verdad, las Certificaciones son los ladrillos que edifican nuestro Currículum, sin embargo son los Conocimientos Adquiridos los que nos permitirán salir indemnes de un Enfrentamiento Real donde se ponga en juego nuestra vida y la de la o las personas que nos confiaron su Seguridad. De no darle el verdadero valor a la Capacitación, habremos colocado el último ladrillo a nuestro Currículum, al convertirnos en una víctima más de la inseguridad.

Con respecto a los Calibres, la nómina de los más comunes y actuales para Revólver es la siguiente: .22 LR, .32 Long, .38 Spl, .357 Mag y .44 Mag.

Calibre .22 LR

Es un calibre de Uso Civil para nuestra Legislación Actual. Su potencia es totalmente marginal, especialmente en Revólveres. De considerarlo, sólo deben tenerse en cuenta las versiones de Alta Velocidad. De fuego anular y provisto comercialmente con puntas desde 37 hasta 40 Grains. Su mayor virtud es su bajo costo que hace que quien opte por él, pueda practicar mucho más que con cualquier otro calibre.

Calibre .32 Long

Es el mayor de los Calibres de Uso Civil para nuestra Legislación. Su potencia es marginal. Lleva puntas desde 70 hasta 115 Grains. La recarga puede mejorar algo su performance, pero no deja de ser de escaso poder de detención.

Calibre .38 Spl

Este es un muy buen Calibre para defensa personal. Su uso se ha extendido en forma universal. Lleva puntas desde 90 hasta 200 Grains. La recarga y las versiones +P, mejoran sus cualidades, otorgándole un mejor desempeño especialmente en Armas de cañón corto.

Calibre .357 Mag

Excelente, su poder de detención es indiscutible. Es, para algunos autores, el mejor Manstopper. Lleva puntas desde 90 hasta 200 Grains. Según los modelos puede ser un poco voluminoso.

Calibre .44 Mag

No es necesario hablar de su Stopping Power ya que estamos hablando de un calibre diseñado para caza mayor y no para defensa. No lo aconsejo para este uso por voluminoso, pesado y exceso de potencia.

Para Pistola, la nómina de los más comunes y actuales es la siguiente: .22 LR, .25 ACP, .32 ACP, .380 ACP, 9 mm Parabellum, .40 SW, 10 mm AUTO y .45 ACP.

.22 LR: idénticas consideraciones que para su uso en revólver.

.25 ACP: de similares prestaciones al .22 LR. Por su costo que limita la práctica no lo aconsejo. Lleva puntas de 60 grains.

.32 ACP: un poco más potente que el .25 ACP aunque su potencia sigue siendo inferior al mínimo requerido. Lleva puntas de 70 grains.

.380 ACP: es el calibre mínimo para defensa personal en Armas de Carga Automática. Lleva puntas de 90 grains.

9 mm Parabellum: probablemente el calibre de pistolas más difundido universalmente. Lleva puntas desde 90 hasta 158 Grains. Su poder de penetración le permite, con balas encamisadas, perforar blindajes livianos. Excelente Stopping Power y gran capacidad en los cargadores actuales lo que le otorga a las Armas recamaradas para él, un gran poder de fuego.

.40 SW: ubicado entre el 9 mm y el .45 ACP, nació como una modificación del 10mm Auto. Lleva puntas desde 155 hasta 200 grains. Es una de las opciones más tenidas en cuenta en la actualidad, ya que atesora las virtudes del 9 mm y las del .45 ACP y casi ninguno de sus defectos. Como desventaja, sus vainas no son tan fáciles de conseguir a la hora de recargar, como las del 9 mm.

10 mm Auto: calibre de alta potencia, y con utilidad real en muy contados casos. Lleva las mismas puntas que el .40 SW, pero las anima a velocidades más altas. Su potencia es similar a la del .41 Mag.

.45 ACP: es el mayor Calibre de para Pistolas de Carga Automática. Lleva puntas desde 155 hasta 265 grains, siendo las más comunes las de 230. Hoy hay Pistolas de 14 +1 bastante livianas y fáciles de portar. Su Stopping Power es indiscutible y siempre que se pueda portar un Arma de las dimensiones y peso como las diseñadas para él no debe dudarse en elegirlo.

En todos los casos, la elección del diseño de las puntas, quedarán acotadas por la Legislación Vigente, lo que nos dará un parámetro más a tener en cuenta a la hora de seleccionar el Calibre. Por este motivo, dejo de lado las consideraciones sobre los diferentes tipos de puntas expansivas y todas sus variantes (motivo de otro artículo), por no encontrarse encuadradas para este uso, dentro de las Leyes actuales.

Dejo al buen criterio del lector, que generosamente me ha otorgado su tiempo, la decisión final y a las peñas y reuniones de Amigos Fierreros, la discusión que seguirá por siempre. Sí, me permito recordarles que: "El mejor disparo, es el que abate el blanco, aún en las condiciones más severas de un enfrentamiento. Ése, es el que salva nuestra vida o de quien nos confió la suya". Y el mejor Consejo, que humildemente me permito dar, es que: "La diferencia entre Sentirse Seguro y Estar Seguro, es el Capacitarse y Entrenar: Sólo esto, hace que sea posible".

Un agradecimiento muy especial al Dr. Oscar Vanzetti, por jerarquizar con su trabajo la tarea de los Instructores de Tiro.

Cappi Tomás

Tiro táctico, armamento y recarga de munición
Legajo RENAR ITA-4795

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